Cuando las calles de la Ciudad de México se pintan de morado, todos sabemos una cosa: la primavera ha llegado. Las jacarandas son las protagonistas de esta temporada gracias a su llamativo color y a la cantidad de flores que son capaces de dar en cuestión de días.
Sin duda estos árboles se han convertido en un emblema de México, pero además de servir como un elemento natural decorativo que le da un encanto especial a la ciudad, también son de gran utilidad para mejorar la calidad del aire. Aquí te decimos por qué y otros datos curiosos de estos árboles:
-Las jacarandas pueden llegar a medir hasta 20 metros de alto, y sus flores hasta 5 centímetros.
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-Estos árboles no sólo dan flores, también crecen vainas en sus ramas, las cuales tienen forma de castañuelas y en su interior traen hasta 10 semillas, las cuales pueden convertirse en un árbol, lo cual es magnífico porque…
-De acuerdo con un estudio que retomó El País, 10 árboles de jacarandas son capaces de absorber al día el CO2 emitido por aproximadamente 1,400 automóviles.
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-Su nombre proviene del guaraní y significa “fragante», lo cual resulta un poco paradójico al descubrir que sus flores no despiden un aroma. En cambio su madera sí es bastante aromática.
-Aunque se han convertido en un símbolo emblemático de la CDMX, estos árboles en realidad son originarios de la región del Gran Chaco, la cual se extiende por Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil.
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-¿Cómo llegaron desde su lugar de origen hasta la Ciudad de México? Aunque no hay una historia oficial, se cuentan tres sucesos que pudieron haber sido los responsables de que la ciudad se pinte de morado cada primavera:
1. El jardinero japonés Tatsugoro Matsumoto incluyó esta especie en su trabajo para embellecer los jardines en los que trabajaba en la Roma y la Condesa, pues anteriormente ya había trabajado con estos árboles en Brasil.
2. Cuando Plutarco Elías Calles visitó Washington se enamoró de los árboles de cerezo que adornaban las calles. Un regalo de parte del gobierno japonés a esa ciudad. Quería traerlos a México, pero por las condiciones climáticas y el tipo de suelo no fue posible y terminó trayendo las jacarandas.
3. El ingeniero Miguel Ángel de Quevedo conoció estos árboles en Veracruz y los trajo a la CDMX para decorar Paseo de la Reforma, Parque México, la Alameda Central y algunas colonias como la Narvarte, Del Valle, Coyoacán y Mixcoac.
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-No sólo florecen en primavera, las jacarandas también lo hacen a inicios de otoño, pero sus flores son menos vistosas porque tienen un color más claro.
-Las jacarandas no se pueden plantar en cualquier lugar. Y esto no es porque el árbol busque un suelo específico en la ciudad, sino porque sus raíces suelen ser muy grandes y gruesas, por lo que si se planta sin considerar esto, puede afectar las tuberías, las banquetas y algunas zonas peatonales.
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-Son muy susceptibles a los cambios de temperatura bruscos, por lo que debido al cambio climático cada vez es más difícil que los árboles jóvenes lleguen a sobrevivir hasta alcanzar su madurez, pues es más probable que tengamos un día caluroso y al siguiente uno frío.
-Existen 49 especies distintas de jacarandas, las cuales se dividen en Monolobos y Dilobos.
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¿Sabías todo esto sobre las jacarandas?
